Malón me arrancó la cabeza...
Literalmente.
Pero a diferencia de todos los metaleros seguidores de Hermética que conozco, yo no elegí entre Malón y Almafuerte.
No tengo porqué.
Yo no le rendía cuentas a ninguno, y no me importó nunca lo que hacían de su vida.
Asique, escuchaba ambas bandas, pero en distintos momentos de mi vida. Cuando quería aumentar alguna emoción que me embargaba, escuchaba Almafuerte, y quien me hacía procesar un odio, era Malón.
En una balanza, O`Connor, Romano y Strunz, pesan lo mismo que Iorio, asique a ninguna banda le faltaba el otro. Pero Malón logró recién en "Justicia o Resistencia" separarse del sonido de Hermética.
El hecho de que entre cada tema en el disco solo transcurra un segundo, es mortal.
La crudeza, la frialdad, la oscuridad, la locura, los estruendos, lo áspero de la viola del Tano... todo hacía una armonía espectacular.
"Nido de Almas", "Gritos de Pilagá", grandes canciones, con letras geniales, que dan su mensaje propio.
Y tuve la suerte de ver en vivo a Malón, aunque sin O`Connor. Pero, ¡Mi Dios! Me dejaron sordo durante dos días. Fue una experiencia que aún no reviví en ningún show.
Malón, marcó en mí otro momento especial, porque siempre soñaba con tener una banda que sonara así, ¿y quién no?
sábado, 23 de febrero de 2008
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